En la sangre que corre por mis venas. En los reiterados latidos del corazón. En mis ojos que son testigos en mis labios que enmudecen por tu amor.
En las noches desveladas
En el frío del dolor
En las horas más felices
Y en la desesperación.
Nunca me has dejado
Nunca te has olvidado
Que con tus manos me formaste. Con tu eterno amor me has amado...
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